14.5.07

El principito


Fragmento de «El Principito» Antoine de Saint-Exupery.

[...]Está enamorado de su rosa, que para él es absolutamente única en el mundo.

Pero ocurrió que El Principito, habiendo marchado mucho a través de la arena, descubrió un inmenso jardín lleno de rosas, que a él le parecieron iguales a su flor.

Y al sentir que su rosa lo había engañado, pues le había hecho creer que era única en el mundo, El Principito se acostó en la hierba, y lloró desconsolado. Pero fue entonces que apareció el zorro.

Y en su conversación, éste le pide a El Principito que «La Domestique».

Él le pregunta: «¿Qué significa "domesticar"?».

Y el zorro le responde: «Esa es una cosa olvidada, significa crear lazos. Aún tú no eres para mi más que un niño muy parecido a cien mil niños. Y no tengo necesidad de ti. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro, parecida a cien mil zorros. Pero si me domesticas, necesitaremos el uno del otro. Tú serás para mi único en el mundo. Yo seré para ti única en el mundo».

Fue entonces cuando El Principito comenzó a comprender que su rosa era, efectivamente, única en el mundo, que ella era diferente de aquellas cinco mil rosas que estaban en el jardín y que lo que uno ama es único en el mundo.

Cuando El Principito volvió a encontrarse con las rosas, les dijo:
«Ustedes no se parecen en absoluto a mi rosa, ustedes son bellas, pero vacías, uno no puede morir por ustedes. Por supuesto, alguien común pensaría que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes juntas, pues es a ella a quien yo he regado». El Principito les explica que es todo el cuidado que él puso en cuidar a su rosa, lo que la hace única en el mundo para él. Es decir, El amor es un acto de creación.[...]